SI VINIERAMOS DE LOS ANIMALES SERIAMOS MAS HONRADOS
Dos cosas he aprendido esta semana: el ser humano no puede
tener instintos animales, porque los instintos no tienen poder para decidir. El
ser humano no puede estar atado a un orden porque su poder es estar en el caos.
No tiene una programación ordenada como los animales que solo pueden hacer un
par de cosas, en cambio, el ser humano puede hacerlas todas o no puede hacer
ninguna. Es el poder decidir es lo que diferencia al ser humano de los
animales, como no está programado para tener un comportamiento específico, lo
mismo le da hacer una cosa que la otra. El ser humano puede probar,
escoger, desechar y crear. Por otra
parte los animales solo pueden escoger lo que les gusta, porque su instinto los
empuja a tomar lo que es únicamente bueno para su propio bien. El ser humano
por su parte, tiene la capacidad de elegir lo que no le gusta y elegir en
cambio su propio mal, el ser humano es el único animal que tiene la capacidad
de volverse más idiota. No sé a estas alturas de la vida, si la razón sea una
bendición si sea algo que de verdad nos pone por encima de los animales, pero
de lo que si estoy seguro es que el ser humano no puede ser producto de la
“evolución” hay mucho cinismo detrás de esa palabra, porque evolución ha sido
tomada en cuenta, como una palabra que significa progreso, cuando en realidad
solo significa un cambio. ¿Favorable o desfavorable? Es ahí donde el ego de la
ciencia no nos a dejador ver más allá, pues siempre nos han querido meter en la
cabeza de que se trata de un cambio favorable, ya que el ser humano se pone por
encima de la cadena alimenticia sobre otros animales.
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