EL EGO (PARTE3)

Pero también seré  consiente de que vivimos entre espejos, y que todo eso se podría ir a la mierda, todo eso se puede acabar, la televisión se puede acabar, la grandes empresas de belleza se pueden acabar, imagínense si un día algún evento de la naturaleza, llegase a destruir todos los medios de comunicación, que la bolsa de valores se volviera a caer, pero esta vez en serio. Todas las grandes multinacionales de belleza se vendrían al piso todo quedaría sumergido en caos y confusión por que se acabaría todo lo que le dice a la gente como ser, ósea se destruiría el ser. y solo quedaría el sentir. Déjenme decirles que habría muchas personas que se sentirían como imbéciles al no saber que son. Pero llegamos a una vieja y conocida conclusión, sabida por muchos y odiada por otros, es una construcción social. El ser, se redujo a una construcción social. Por qué el ser se redujo a una máquina, que trabaja para el sistema, que vive para el sistema a tal punto de decir que sin sistema no hay vida. Todos los seres humanos son como autómatas reprogramados una y otra vez que andan por el mundo llenando sus bolsillos de dinero y su cabeza de mierda, porque te puedes sentir la mejor persona del mundo pero si no eres alguien eres una mierda. En los colegios te educa para ser alguien. Ese ser algo me asusta, ¿algo como qué? ¿Algo sobrecargado de palabras bonitas?

Creo que en este punto me atrevo a afirmar que,  hay personas que son fuertes pero no se sienten igual y no los culpo, por que como que entre más buenos valores y aceptación social tenga una persona, más extrañas son las enfermedades de su mente. En cambio del otro lado de la moneda estamos los que nos sentimos fuertes pero no lo somos, o tal vez sí. Porque hay días y trato de tener muchos de esos días en los que me siento eterno,  me observo al espejo y veo en mí una figura competitiva, y cuando camino siento el aire rosar por mi piel, rompiéndolo con la fricción que producen mis piernas en el piso, cuando hablo puedo escuchar el tono de mi voz que se impone sobre otras voces que solo repiten lo que ven, y lo que yo siento es que soy una persona fuerte. Capaz de lograr  cualquier cosa. Tan capaz, que podría parecerme físicamente al hombre más fuerte del mundo, si eso fuera necesario para mi crecimiento personal. Pero seré consiente que tal vez nunca llegue a ser tan fuerte, pero si a sentirlo,  porque la mente no tiene límites. Y de eso todos debemos ser conscientes, porque si no, caerás en el juego del sistema, te atrapara y se consumirá todo tu ser. Sal a la calle y conoce a las demás personas, conoce sus almas y si la fuerza se trata de algo objetivo, puedes medirte con todos y cada uno de ellos y todos los que quieras, a los golpes, en competencias como lo desees, es una maldita sociedad muy grande y necesitas vivir en ella, debes ganar, pero no sin sentido, debes enfrentar todas las cosas que sientes que puedes ganar. yo salgo a la calle y veo mucha gente que en realidad, no está en una buena condición física para medirse con migo, y otros que me ganan, pero el hecho de saber que son muchos a los que le podría ganar me hace sentir muy fuerte.